8.1.24


La mota me hace ver todo en blanco y negro, a veces. otra veces es una fiesta de colores nuevos. la creencia en una realidad alterna, superior, inconciente, o de cualquier forma distinta de lo que hay que vemos, fue sustituída por nada, desapareció y ya no está más. tampoco sobrevivió el no comer carne. las ideas de vivir en familia se disolvieron y ya no tienen peso. no sé cuánto es que yo misma he decidido estas cosas. más bien siento que llegaron con el cambio hormonal o simplemente con la fatiga de materiales que hay en mi cerebro. pareciera que se requiere mucha energía para sostener y vivir según las ideas que aprendemos pero que no son nuestra idea de vivir bien. 

de las cosas que la mota exacerba es la noción de estar viviendo fuera de la tradición. hay un desenfado, un desinterés por vivir la vida familiar. todo el encanto de ver crecer a las nietas no tiene comparación con vivir el proceso creativo intelectual. porque eso es la pintura, es un asunto mental. 

¿Es necesario decir este tipo de cosas? al parecer sí. la presencia aunque lejana de la familia que no está interesada en la producción de obra, que no participa de una investigación de lo propio, con lo personal, es una fuerza intensa hacia una vida cerrada a la creación, sin vulnerabilidades. pareciera como si una artista viviera al margen de toda esa otra vida que se vive al rededor de los hijos. 

dos tipos de vida y yo ya elegí. 




 

La serie del cuerpo alienado.

El momento de la yoga es un tiempo privado. A pesar de que se nos repite que tenemos que hacer ejercicio y cuidar la salud, hacer yoga no es igual que salir a caminar o hacer deporte. las poses en que pongo mi cuerpo son poses que no son para hacerlas en la calle. el cuerpo abierto, ofrecido, vulnerable, apenas equilbrado no tiene sentido en la sociedad. estas poses no son para inspirar a nadie, no son las de una musa ni las de una deportista. y también la percepción de mi cuerpo cuando hago yoga es diferente a cualquier otra cosa que yo pueda sentir con mi cuerpo. 

después de la menopausia el cuerpo queda desvencijado. desalineado, debilitado. la yoga y los abdominales que recubren la panza son los que más me interesa reforzar. sostienen la espalda de manera que alivia lo que ya es un dolor crónico.

como mi pintura trata el tema del cuerpo, y estoy experimentando tanto placer con mi cuerpo flexible y sobretodo fuerte, es lógico que éste sea un tema en mi pintura.