13.11.15

el camino de la pintura


Puedes estar pintando y darte cuenta que estás tratando de copiar algo. Es posible que no quisieras estar haciendo eso, pero no lo sabías, no sabías muy bien qué estabas haciendo. la mano hace y el resultado es algo inesperado. tu pintura no es como lo que ves, lo que ves es tu modelo, lo que sea, un color, una foto, la realidad, una imaginación. en ese momento puedes decidir si quieres copiar o, si quieres explorar algo nuevo. Nunca es tan clara la división, entonces el resultado, la obra, es una mezcla de intensiones, por un lado, de copia, de mimetismo, mínimo pero esencialmente mimetismo, que busca una figura reconocible supuestamente por una buena mayoría de supuestos espectadores. el camino del mimetismo, es el que hay que seguir para ilustrar, por ejemplo.

el otro ingrediente de la mezcla es la consciente exploración de imágenes fuera del ámbito de lo conocido. la búsqueda, activa, tras la posibilidad de encontrar combinaciones, de figura y color, que comuniquen algo que aunque no sea inteligible, que haga la finta, pues, de que podría corresponder a algo que evoque o provoque algo nuevo.  ¿cómo se percibe internamente la búsqueda activa? por la constante edición de lo que se va intentando. se corrige y se corrige hasta que el efecto es uno que nos agrada según un criterio estricto y misterioso en cuanto que no está muy bien verbalizado. de hecho puede que no esté verbalizado para nada. 

el punto es que el pintor decide interpretar las acciones, interpretar los gestos, las pinceladas, como lo hace una bailaora o un bailaor. la pintura siempre ha sido un receptáculo de interpretaciones, asociaciones libres, viajes y amores. los pincelazos, los colores, todos están en la pintura significando algo, para el que pinta. incluso un color, sin figura, puede llevarnos a un lugar emocional. si el que pinta no quiere llegar a ningún lugar conocido, es muy posible que explore algo que en consenso se ve feo. la estética de lo feo, de ese tipo italiano, su libro, se queda tan corto explicando lo que ocurre en la búsqueda. es un historiador, mira las imágenes y narra historias, lo que ve se queda en su territorio. 

creo que el arte contemporáneo intenta darle significado a las cosas más banales. lo de todos los días. lo que no tiene significado, aparatos, estructuras arquitectónicas, envases, productos masivos. el autor y la experiencia de hacer están desconectadas de la materialización de la obra, en la obra no está el quehacer del artista. es entonces un comentario con objetos, una idea con un collage elementos. pienso que igual podría tener su qué. creo que muchas piezas podrían ser bellas y seguir teniendo comentarios sobre la vida. si esos comentarios son sosos, por último quedará una obra agradable.

o no.

se puede seguir el camino de dejar atrás incluso eso, la búsqueda de lo agradable. podemos embarcarnos en una exploración de lo más atroz que podamos imaginar, para enfrentarlo y decir que ya no le tememos, o para ver, si en esa oscuridad, como decía el de los archetipos que fue nombrado suficiente, existe algo que podemos rescatar. un fuerza. así van los ritos de iniciación, no?


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