6.12.18

Para una clase de pintura.
Sobre el tema de las veladuras. 


las veladuras sitúan a mi pintura en el ámbito de la pintura clásica pero en realidad creo que las uso de manera no muy ortodoxa. 
Esta técnica que tiene cientos de años puede usarse para enriquecer las texturas, para dar profundidad, crear una atmósfera, y no es necesario ser estricto en su uso. puedes pensarlas simplemente como un barniz de color. 
Pero es la manera de construir "la carne" que yo prefiero. El truco de poner una capa de color frío en la base para luego cubrirla con un barniz de color ocre, de manera que al poner las luces se crea una apariencia de piel, de cuerpo humano... es lo que sitúa mi pintura en lo clásico. Por ese truco para construir una ilusión. 
En la historia del arte, esa técnica corresponde al período previo a la modernidad, una época religiosa, oscura, obsesionada con la carne como contenedor de lo divino.  Luego se rompieron las reglas del juego, y los pintores decidieron hacer evidente la realidad de que la tela es una tela y la superficie en la que pintamos sólo tiene 2 dimensiones. Yo hablo como si fuera la verdad de las cosas pero obviamente son opiniones.

muchas técnicas surgieron con las rupturas hasta el día de hoy en que se siguen inventando maneras de hacer las cosas, donde el puro proceso pasó a ser el centro de atención. me parece beneficioso. el proceso creativo de la pintura es uno que se lleva bien con la percepción de que la pintura es terapéutica. creatividad y terapia en una sola frase que apunta a la importancia de los programas artísticos para una humanidad adolescente. porque duele ser joven y cometer tantos errores. o mejor dicho duele sentir que los errores no sirven de nada. 
en la pintura experimentamos, con el tiempo, y seguramente como en cualquier otro oficio creativo, la soltura y liviandad de un ser humano que sabe que con trabajo constante y autoreflexión, se pueden lograr cosas bellas. 

Mi motivación para defender y enseñar apreciación por esta técnica de veladuras se debe a que es un proceso de creación que sirve de metáfora para enseñar paciencia, trabajo y reflexión. En parte es una manera de compartir, y también un acto de retribución por lo que se me enseñó. No puede uno devolver a los maestros que van más adelante, pero sí se puede devolver a los que vienen detrás.