19.10.11

Ron Mueck en el museo San Ildefonso

¿Cuerpos fantásticos?
En mi tesis propongo que el arte fantástico tiene por lo menos tres modos de constituirse: por medio de retratos de seres irreales; por relaciones irreales entre seres y entre objetos, como por ejemplo cambios de escala; y por una mezcla de las dos anteriores. La obra de Ron Mueck pertenece a la fantasía que es tal por cambio de escala. Algunos de los gigantes y personajes chiquitos con los que Mueck realiza este simulacro de cuerpos humanos, me dejan pasmada. Seguramente así deben haber quedado los que vieron por primera vez un cuadro con perspectiva renacentista, un cuadro de Hölbein por ejemplo. Pero, ¿cómo puedo decir que es arte fantástico si las diferencias de escala no ocurren dentro de cada escultura? es decir, no existe una sólo obra de este autor que contenga dos figuras en distinta escala. Una explicación posible para mi poco lógica aseveración es ésta: la ecuación se arma porque las esculturas de Mueck nos implican de tal manera que nos volvemos parte del cuadro, es decir, no somos diferentes de los personajes representados: nuestros cuerpos y las esculturas están en el mismo mundo y por lo tanto, antes de que nos demos cuenta, llegamos a una conclusión visceral: en la sala hay gigantes y hay seres chiquitos, ¡de verdad!

La mujer en la cama
Empequeñecí y estoy frente a una mujer en la cama mirándola como cuando uno mira algo que nunca había visto antes. Y no me refiero a la escultura de Mueck, sino a la mujer como un ser vivo. La mujer en la cama es un ser espectacular, tan complejo, súper “elaborado”. Desde esta perspectiva filosófica que se impone por el cambio de escala surgen muchas preguntas interesantes como las que apuntan al problema de la creación. Conocemos de memoria las fosas nasales, los dedos, los brazos, el pelo de un ser humano,  pero ¿sabemos por qué son así?, nosotros no las creamos así, no es nuestro diseño, entonces ¿quién las hizo? Si me dejo llevar, la fascinación por la representación de Mueck se funde con la fascinación por la obra que es una mujer. Las formas del ser humano son un misterio y estamos ante un paisaje sublime.
Estar frente a esta escultura me hizo ver una mujer desde un punto de vista alterado, nuevo y casi mágico: una perspectiva fantástica. Quién sabe si por estar en esa frecuencia de pensamiento o visión que propone Mueck, observé a la gente mirando la muestra. ¡¿Cómo no voltearse a ver a los otros?! Y observé que muchos en el museo estaban mirando a través del lente de su cámara. A parte de que obviamente es un contrasentido transformar las obras de Mueck a una imagen digital bidimensional, me llamó más la atención ver el contexto de cultura visual[1] en ese momento: la mirada virtual, la que ve pero que no ve “realmente”. La mirada consumidora, que quiere llevarse algo de esta experiencia, que piensa que vale más la pena quedarse con una foto que disfrutar al máximo la experiencia única de ver seres humanos de otra escala, los cuales mientras más miramos con nuestros ojos, únicos y orgánicos, más nos hacen pensar en cosas que sólo se piensan en la intimidad: ¿quiénes somos y quién hizo nuestros cuerpos? ¿Qué nos anima? ¿Por qué estamos aquí y para qué?
Mueck viene del oficio de producir fantasía visual para el cine. Es un perfeccionista de la representación obsesivamente realista. Es como si asistiéramos a una feria de curiosidades, sin embargo estas esculturas nos muestran mucho más que una simulación o una estupenda mentira y se encuentran en los terrenos de las obras sublimes. En el arte posmoderno también existe esta corriente y Frederic Jacobson hace mención a esta experiencia de la cultura del capitalismo tardío con la denominación de lo “sublime histérico” y dice así: “nuestra duda y vacilación momentáneas ante el aliento y calidez de estas figuras de poliéster (refiriéndose a las estatuas de Duane Hanson como “Museum Guard”) se extiende a los seres humanos reales que se mueven a nuestro alrededor en el museo, transformándolos también a ellos, por un breve instante, en simulacros muertos y de pigmentación carnosa. El mundo pues, pierde momentáneamente su profundidad y amenaza con convertirse en una piel lustrosa, una ilusión estereoscópica, una avalancha de imágenes fílmicas sin densidad. Pero esta experiencia ¿es ahora terrorífica, o es jubilosa?”[2].

El pollo
La similitud con los humanos se nos viene encima. Las formas y las texturas son demasiado similares: ver el pollo es darse cuenta de lo que no vemos cuando comemos pollo. Humanos y pollos tenemos dos pies, dedos y uñas; tenemos muslos, huesos y poros; tenemos cabeza y dos ojos; podemos estar muertos o vivos. Y sin embargo a un ser humano no se lo cuelga de esa manera ni menos para comerse ¿o sí? ¿Es esto maltrato? ¿Es posible que lo que hacemos con los animales sea inmoral o una cuestión no ética? ¿Quién dice que otro animal, con muchas cosas parecidas a los humanos, pueda ser tratado así? Ah pero claro, se me olvidaba: la Biblia dice que los animales están ahí para nuestro consumo.
El contraste del pollo colgando con los dos enormes cuadros decimonónicos, religiosos y oscuros que hay en la misma sala del museo San Ildefonso, es bastante desconcertante. Dos siglos de separación existen entre estas dos manifestaciones creativas. Todas las libertades de expresión ganadas por el individuo contemporáneo para terminar en un pollo desplumado listo para consumirse me hacen pensar por un momento que no hemos avanzado nada. Pero es sólo un momento, porque este pollo gigante es sublime, es bello, y es significativo. La muerte del pollo para consumo humano es un tema que inquieta a los que nos preguntamos por nuestra relación con los animales. Me imagino que esto no es tema para muchos y el pollo de Mueck es sólo un pollo increíblemente real, un chiste también y este maravillarse de un trabajo de mímesis es todo lo que entienden que es el arte, quedándose así en el mismo lugar de contemplación en que se está cuando se miran los cuadros de esa sala.
La mirada al arte contemporáneo es una mirada que tiene que pensar, cuestionar, que discute con el artista. Exige más que una respuesta pasiva como la que acepta las enseñanzas del catecismo católico a través de las imágenes en las paredes del museo.

La pareja acostada
El realismo me transporta a un mundo fantástico y me hace sentir que en cualquier momento esta pareja se va a mover. O van a hacer el amor o van a ponerse a conversar de porqué ya no hacen el amor. La sensación es igual a estar viendo una película que muestra una pareja que está despierta en la cama, y tener la seguridad de que en algún momento se moverán. Con esta alteración de la percepción (dado una espectadora crédula) Mueck continúa la tradición de los grandes maestros del pasado.

Hay dos referencias a Jesús en la cruz, el bebé pequeñito en la pared y el hombre en el flotador en la pared/piscina. A lo mejor fue el entorno lo que me hizo pensar en Jesús aunque esa no era la intensión del artista, pero en el video de la exposición el autor manifiesta su interés por los íconos cristianos y las representaciones de los bebés en el arte religioso. Es totalmente posible que haya querido hacer una referencia a Jesús pero no alcancé a ver una relación que apuntara a alguna idea concreta. Ocurre lo mismo con otras obras en donde no se produce una transformación de la percepción, (el negro con una herida, la mujer con las ramas en la espalda) y es con esas obras que me entró la duda sobre si Mueck es o no un artista cuyo mensaje esté a la par con su asombrosa capacidad de reproducción de la realidad.


[1] Nicholas Mirzoeff, Una introducción a la cultura visual, 1999
[2] Fredric Jameson, Posmodernismo o  La lógica cultural del capitalismo tardío, capítulo I y VI,  traducido por Celia Montolio Nicholson y Ramón del Castillo para la editorial Trotta, 1991.

6.10.11

Nahualas, pincoyas y otras monstruas - en construcción

001 fantasía realista por elemento y por relación irreal
(mujer buscando en la red cómo tranquilizar a su demonio)

002 fantasía realista por relación irreal
(mujer entre peyotes gigantes)

003 fantasía expresionista con elemento irreal
(mujer con visión sobrenatural)

004 fantasía expresionista con elemento irreal
(mujeres juntas)

005 fantasía expresionista con elemento irreal
(mujer sobre el mar)

006 fantasía expresionista con elemento y relación irreal
(mujer volando)

007 fantasía realista con elemento y relación irreal
(la pincoya)

008 fantasía realista con elementos irreales
(anunciación)

009 fantasía realista con elementos irreales
(nueva realidad)

Una estrategia para definir la pintura de signo fantástico es empezando por nombrar los elementos que la conforman y la relación que existe entre ellos.

Estos elementos son los mismos de una pintura figurativa donde está presente la mímesis (la perspectiva, el claroscuro y el cromatismo). Con esta estructura se construye una realidad que no pertenece a la realidad aparente.

Esta transgresión puede ocurrir de tres maneras:
- por medio de uno o varios objetos o sujetos que tienen alguna característica que no pertenece a la realidad aparente (irreal). Ejemplos: nahual, ángel, sirena, centauro, serpiente emplumada, dragón, diablo, ánimas, calaca viviente, chapulín con pene, flor con ojos, silla con piernas de mujer, todo tipo de seres y cosas híbridas, orgánicas o cibernéticas;

-  por medio de una relación irreal entre los elementos, es decir, una relación de elementos que es una incongruencia por tamaño, posición, pertenencia a una clase, etc. Ejemplos: mujer parada en luna creciente, mujer del tamaño de una montaña, hombre volando, tigres volando, cópula de mujer y cisne, plática entre hombre y liebre, planeta en una laguna, isla flotante, etc.;

-  por medio de una mezcla de las anteriores.

 Al principio pensé (con ayuda de Quique) que una pintura fantástica se caracterizaba por tener algún elemento de la mimesis y una de las tres opciones de fantasía que son (1) fantasía con elemento irreal, (2) fantasía con una relación irreal, (3) fantasía con las dos anteriores. Me pareció que un acercamiento de manera metódica podría arrojar una definición bastante objetiva, es decir, observable y comprobable. También vi las posibilidades de que se pudiera generar un método o manual para producir obras de género fantástico.

Las posibilidades son: una obra que solo use cromatismo, o sólo perspectiva o sólo claroscuro, que use dos de estas tres, o que se usen las tres; y cada una de esas opciones se combinara con otras tres opciones que son: fantasía con objeto o fantasía por relación y fantasía con ambas. Combinando estas opciones llegué a calcular 21 configuraciones que puede tener una pintura fantástica. Me pareció pertinente, para efectos de la tesis, ejemplificar cada una de estas opciones con ejercicios de pintura y de paso así incluir mi propio trabajo, cosa que no sabía cómo relacionar de manera que realmente aportara a la tesis.

Después de tratar de imaginar pictóricamente una pintura que sólo tuviera claroscuro, o sólo perspectiva y ver que no tiene sentido, cambié la fórmula de ésta manera:
-cromatismo/perspectiva/claroscuro/REALISTA
-cromatismo/perspectiva/claroscuro/EXPRESIONISTA O CON ALGO DE ABSTRACCION

Se introdujo un nuevo factor que tiene que ver con la manera en que está pintado un cuadro, me refiero a la opción de realismo y la de algo más gráfico, o con un trazo más expresivo. Es decir, las dos formas de pintar figurativo: con pintura directa o con pintura en veladuras.

Esas dos opciones combinadas con las tres opciones de fantasía arrojan 6 opciones que parecen más cercanas a lo observado en los cuadros de muchos pintores de género fantástico. Esta definición a partir de los elementos que forman la pintura de signo fantástico es objetiva porque no se basa en una apreciación de la pintura fantástica, sino en su construcción. Sin embargo… falta algo. Falta bastante.

Aquí otras definiciones:

Tzvetan Todorov en Introducción a la literatura fantástica, 1980 dice: "La ambigüedad subsiste hasta el fin de la aventura: ¿realidad o sueño?: ¿verdad o ilusión?
Llegamos así al corazón de lo fantástico. En un mundo que es el nuestro, el que conocemos, sin diablos, sílfides, ni vampiros se produce un acontecimiento imposible de explicar por las leyes de ese mismo mundo familiar. El que percibe el acontecimiento debe optar por una de las dos soluciones posibles: o bien se trata de ilusión de los sentidos, de un producto de imaginación, y las leyes del mundo siguen siendo lo que son, o bien el acontecimiento se produjo realmente, es parte integrante de la realidad, y entonces esta realidad está regida por leyes que desconocemos. …En cuanto se elige una de las dos respuestas, se deja el terreno de lo fantástico para entrar en un género vecino: lo extraño o lo maravilloso.
[...]
Castex en  Le Conte fantastique en France dice: "lo fantástico…. se caracteriza… por una intrusión brutal del misterio en el marco de la vida real."

Louis Vax en El Arte y la Literatura fantástica dice: "El relato fantástico.. nos presenta por lo general a hombres que, como nosotros, habitan el mundo real pero que de pronto, se encuentran ante lo inexplicable”

Roger Callois en Au coeur du fantastique dice: "Todo lo fantástico es una ruptura del orden reconocido, una irrupción de lo inadmisible en el seno de la inalterable legalidad cotidiana."

Es decir, plantea dos órdenes de acontecimientos: el misterio, lo inexplicable, lo inadmisible que se introduce en la “vida real” o en el mundo real: el mundo natural y el mundo sobrenatural. Otra manera de hablar de la dualidad razón-intuición integradas.


Alejo Carpentier en De lo real maravilloso americano, 1967: "...lo maravilloso comienza a serlo de manera inequívoca cuando surge de una inesperada alteración de la realidad (el milagro) de una revelación privilegiada de la realidad, de una iluminación inhabitual o singularmente favorecedora de las inadvertidas riquezas de la realidad, de una ampliación de las escalas y categorías de la realidad, percibidas con particular intensidad en virtud de una exaltación del espíritu que lo conduce a un modo de “estado límite”.

Junto a este último texto que me encanta, mi definición de lo fantástico se ve pálida. Creo que me falta describir algo que hay en los cuadros y que no está en mi definición.